martes, 11 de octubre de 2011

Abejas con microchips, María.

Esto empezó porque en la región de Salamanca tienen muchos problemas con las colmenas.

De cada 100 colmenas mueren 80. Es algo muy, muy grave.

Eso también es conocido como el síndrome del desplazamiento de las colmenas.

Las abejas desaparecen y la reina deja de poner huevos para hacer nuevas colonias y llega un momento en el que se muere la colmena. No se sabe si las abejas se van o si se mueren cerca.

Se les ocurrió a los científicos poner microchips a las abejas en el tórax. Sirve para saber qué hace cada abeja por individual.

En la entrada de las colmenas se colocan unos lectores y un concentrador. Cada vez que entra o sale una abeja de la colmena queda registrado su movimiento.

Las plaguicidas son tóxicos para las abejas.

Restos de los plaguicidas utilizados en el entorno de la colmena quedan disueltos en los panales.

Esto lo dice Antonio Gómez Pajuelo.

Cuando el polen es consumido por las larvas y abejas adultas se produce una intoxicación leve que no se sabe por qué mata a las abejas.

Esto es peligroso porque las abejas son necesarias para que se reproduzcan las plantas.

OPINIÓN: Me ha parecido muy bien la idea de los microchips pero no me gusta que las abejas desaparezcan.

Bueno me despido, María.

ADIÓS.

Fuente: BBC

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