martes, 12 de abril de 2011

Bat Pat el tesoro del cementerio, María.

Había una vez un vampiro que vivía en un cementerio. Un día en el cementerio fue un hombre encapuchado y llamó a su cuervo diciendo: ¡Kraa! ¡Kraa! y el cuervo fue. Le preguntó que si lo tenía y el cuervo moviendo la cabeza dijo que no.

El encapuchado y el cuervo vieron a Bat, el vampiro, y el encapuchado dijo a su cuervo que lo persiguiera y que no le importaría que lo cogiera vivo o muerto.

Lo persiguió hasta que unos niños se dieron cuenta de que lo perseguía. Bat les dio las gracias por haberle salvado la vida Rebecca, una niña, le vendó el ala. Bat les contó lo que le había pasado y quién había en el cementerio. Después de la noche , la madre llamó a los niños para desayunar y bajaron todos; los padres les dejaron tener a Bat.

El padre cada día les decía a todos una noticia importante del periódico de un ladrón que se escapó de la cárcel. Los niños para investigar fueron al cementerio y vieron al hombre encapuchado y a su cuervo buscando algo en las tumbas.

Luego vieron un fantasma. Se conocieron, hablaron, etc.

Se fueron a su casa a cenar y luego cogieron el ordenador para investigar, quién era el encapuchado, qué estaba buscando....

Hace unos años un ladrón escondió mucho dinero robado de un banco en una tumba y el mapa para saber dónde estaba la tumba lo escondió en una chimenea. Entonces supieron qué buscaba el cuervo en las chimeneas: el mapa. Y el encapuchado buscaba el dinero en las tumbas.

Los niños también buscaron en qué chimenea estaba el mapa y era en su casa.

Entonces Bat subió a la chimenea, para buscar el mapa y estaba.

Al día siguiente fueron al cementerio y se encontraron al encapuchado. Les dijo que si no le daban el mapa el cuervo iría a por Bat Pat pero justo apareció el pirata y su loro. El pirata luchó contra el encapuchado y el cuervo luchó contra el loro pirata.

Salieron ganando. Entonces excavaron y, cuando vieron el dinero, lo cogieron y lo devolvieron al banco.

MI OPINIÓN: Me ha parecido muy chulo el libro. Os lo recomiendo que lo leáis.

ADIÓS, MARÍA.

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