Juan siguió al duende por la cueva. En ese momento hubo un derrumbe que le bloqueó la salida. Después apareció un camino. Los dos fueron por aquel camino. Encontraron un mago. Juan le contó todo lo que le había pasado. El mago le dijo: “Si queréis salir, os puedo ayudar, pero con una condición. Quiero que me busquéis un anillo porque mi hija lo ha perdido en un mar y ahora llora”. Opción A: Juan confía en el mago de la mina.
Opción B: Juan sale solo; sin ayuda.
¡Bueno, adiós!
Gabriela
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